Alta Hidratación y Nutrición Celular
La verdad es que no existe una respuesta definitiva para eso. El máximo dependerá de cada tipo de piel y el mínimo, al menos una vez al año. Para pieles normales se recomienda una frecuencia de uno y tres meses entre cada limpieza profunda. Pieles maduras, secas o con manchas, una cada seis meses; y pieles acnéicas, una cada dos semanas para controlar la infección y la inflamación.
Nunca es demasiado temprano. Los tratamientos faciales pueden ser ajustados a las necesidades de cada persona.
No existe tal diferencia. Facial es la descripción de donde vamos a realizar la limpieza profunda. Su objetivo es disminuir la apariencia de los poros, eliminar impurezas, espinillas y toxinas. La piel debe estar limpia para poder recibir los beneficios de cualquier tratamiento.
Que cumpla con los estándares profesionales y oriente al paciente para mejores resultados. En este campo surgen protocolos de tratamientos constantemente y hay que mantenerse actualizado.
Solo tienen contraindicación los tratamientos que estimulan la piel a través de ondas como la radiofrecuencia en pacientes de operaciones de corazón abierto, marcapasos, problemas de tiroides y presión alta descontrolada.
Todo el mundo se beneficia de los tratamientos en cabina, pero vemos gran mejoría en pieles con rosácea, hiperpigmentación, acnéicas, con dermatitis atópica, secas, grasas y envejecidas.
“No. Esto podría provocar infecciones, inflamación y cicatrices en la piel”.